Voces de Expertos
por
Frida Jannet Lara Islas
Pequeños narradores, entrelíneas de discursos creados por infancias en torno a brujas
19
de
June
de
2024
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El presente escrito tiene la finalidad de analizar de manera crítica una ficción, surgida de un Laboratorio narrativo y creada por autores infantiles de diez años en torno a la figura de la bruja. Partiendo de que ésta no es una semanticidad neutra o ahistórica, las reflexiones aquí surgidas llevan la atención al cómo y desde dónde se configuran prácticas sociales como el ser y creer dentro de espacios de conocimiento, los ejercicios colectivos y prácticas de cuidado. En este sentido, se recurren a herramientas de análisis lingüístico para explicar las formas en las que dentro de un solo texto hay enactuados diferentes discursos; los autores involucrados mucho más que contar una historia de ficción, están incurriendo en un ejercicio creativo que busca (re)presentar la forma en la que construyen su experiencia en el mundo. Palabras clave: análisis discursivo, infancias, historias.

30/03/2024

El recorrido que aquí inicio versa sobre historias de ficción creadas por un grupo de infancias de diez años, pertenecientes a una comunidad escolar privada del estado de Puebla y en cómo éstas fungen como ventanas para vislumbrar las formas en las que explican el mundo que habitan y las estructuras que constituyen sus juicios de valor.

Martha Shiro (1998; en Jiménez 2006) explica que las narraciones están compuestas de emociones y motivos, tienen un propósito y una meta. Así, cuando un niño se enfrenta a la tarea de narrar, no solo cuenta eventos, sino que también selecciona las perspectivas desde las cuales se narran los sucesos y de acuerdo con éstos, varían los enunciados evaluativos. De esta reflexión quiero destacar el papel de las narraciones como un resultado, devenido de un conjunto de elecciones hechas en detrimento de otras para representar el mundo narrado de una determinada y específica forma (retomado de reflexiones hechas por Halliday, 2002).

Las narraciones, producto de un proyecto denominado Laboratorio narrativo1 , giran en torno a dos categorías: la bruja y la heroína. Para las reflexiones aquí desplegadas me baso en una narración (por motivos de extensión) de la primera categoría, escrita por dos autores infantiles. En concordancia con lo expresado por Oteíza & Achugar (2018), todo discurso es histórico y, por lo tanto, la figura de bruja no es la excepción.

La sedimentación de la bruja

El concepto de bruja surge en las élites cultas cristianas y europeas de los siglos XIV al XVII, ya que fueron los teólogos, predicadores, abogados y filósofos quienes implementaron el uso, referencia y caracterización de una relación de sumisión ante el Diablo. De esto, quiero destacar la primera sedimentación: construida desde estructuras de poder intelectualizadas, que buscan controlar. Segunda, que está pensada desde una visión principalmente occidentalizada. Muestra de ello, el Malleus Maleficarum publicado en 1486.

En línea con esto último, Silvia Federici (2004) quien, al trabajar directamente con la figura de la bruja desde una perspectiva social y económica, afirma que la instauración de ésta hizo posible la transición económica del feudalismo al capitalismo. Ya que, “al denominar brujas a las mujeres se estaba haciendo mucho más que etiquetar socialmente. Se estaba trazando un camino de persecución y confinamiento de las mujeres al trabajo doméstico no remunerado” (p. 75). También se politizaba la identidad pues se otorgaba al Estado el control de su capacidad reproductiva, “con lo que se garantizaba la creación de nuevas generaciones de trabajadores” (p. 75).

De la cita destaco el guiño que hace la autora en mucho más que etiquetar. Es decir, el lenguaje no se reduce a un conjunto de estructuras meramente lingüísticas que se quedan en las materialidades de palabras, sino que desde éstas se tejen prácticas sociales.

El engranaje en la narración

Tomando estos antecedentes como sedimentos de la bruja. ¿Qué es lo que la comunidad infantil cuenta de ello? A continuación, Aurora, construida a partir de esta figura. Decido enfocar mi atención en este texto2  como uno representativo de lo desplegado en la mencionada figura.

Aurora nació en 1998 en Cancún, México a las 3:33 de la mañana. Cuando era chiquita, no era tan buena en matemáticas ni en ninguna de las otras materias, ella creía que era una chica muy lista, pero fue expulsada de su escuela. Le gustaba mucho la naturaleza y todo eso, así que cuidaba el ambiente y cuando alguien lo contaminaba ella se enojaba mucho. No le había contado un secreto, ya que su abuela tenía unos poderes de naturaleza entonces cuando se enferma una persona, ellas la cuidaban con poderes de naturaleza y ese tipo de hierbas, hacía rituales espirituales y creían en ciertas cosas. Aurora tuvo un hijo que se llama Tony al que le gustaba mucho la naturaleza entonces se quedaron en una cabaña y ahí vivieron por el resto de su vida.

Desde un análisis crítico del discurso, apoyado por Martin & White (2005), Halliday (2002) y Martin & Rose (2003,2008), de este texto quiero abundar el desde dónde y cómo se están representando las prácticas sociales. Para esto, me es necesario detenerme en el tipo de procesos elegidos por los autores -resaltados en negritas-. Es decir, la forma en la que deciden relatar las acciones: el uso de verbos como cuidar en lugar de sanar, acompañar. Aunado a eso, también le acompañan procesos pertenecientes al mundo de la conciencia: creer (que se acerca a las nociones del pensar) y gustar (aproximado al sentir). Además, ciertos procesos verbales de carga negativa: expulsar que conlleva la forma de relacionarse con otro grupo. En la mayor parte de estos, pese a que no se hacen de manera explícita, llevan impregnados una carga afectiva importante.

De las múltiples prácticas que se representan en esta historia quiero destacar la relación de saberes y cómo se vive dentro de cada uno de ellos. Tenemos dos categorías, el saber institucionalizado escolar (donde se enseñan materias, entre ellas las matemáticas, pertenecientes al grupo de las ciencias exactas) y los otros saberes (cuidado y poderes de naturaleza y “ese tipo de hierbas”, “hacer rituales” y la creencia en “ciertas cosas”). Se dibujan dos espacios de saberes que están en tensión.

Uno donde se cree que se es, pero al no poder ser, es expulsada. El otro relacionado con las afectividades, los tejidos de la comunidad familiar en donde se cree y también se es. Aquí el creer atraviesa a ambas esferas, en uno pese a que se cree que se es buena, mediante el “pero” se traza un contraste. Se cree, pero no se es. El otro ámbito, parece ser borroso para los propios autores, pues, aunque se representan prácticas sociales, éstas van acompañadas con atenuadores que parecen aportar menos nitidez al mundo que se teje dentro de la colectividad y la naturaleza: “ese tipo de hierbas”, “creer en ciertas cosas”. Aquí no solo hay un ser, sino que éste se acompaña de agentividad y acción.

Quiero hacer notar las direccionalidades en las que los autores deciden representar las formas de relación tal como se evidencia en la Figura 1. En ambas hay verticalidad. En la de los saberes institucionalizados es una verticalidad de superioridad donde se teje el poder de permanencia y expulsión. En los otros saberes esa verticalidad se teje a partir de los afectos con la noción de cuidado ya sea a los enfermos o a la naturaleza ya que son ellos los pacientes de esos saberes depositados. Aquí se encuentra también un trazo de horizontalidad mediante el legado de saberes, iniciado por la abuela, quien es la facilitadora que comparte sus conocimientos de curación y, a su vez, Aurora es también un nodo dentro de este camino que acompaña a Tony (su hijo) en ese proceso.

¿Qué es lo que esto nos dice sobre la forma en que estos autores conciben el mundo? Hay, en un primer lugar, lo que los autores posicionan como inteligencia (lista) y la forma en que ésta se valora, casi siempre con las ciencias exactas ya que son las matemáticas las que deciden poner en el foco de atención y que representa un conocimiento valorado desde lo individual. Cuando no se es legitimado ahí a temprana edad (siendo chiquita), entonces viene la otra esfera del cuidado y naturaleza (otros saberes) donde hay un lugar claro que se le da a la comunidad, pese a que no hay una nitidez clara sobre las prácticas que desde esos sitios se tejen. Las formas en que se es y se cree es hilvanado mediante las afectividades (en este caso, familiares) y, resalta la predominancia de la maternidad en estas relaciones.  

Pese a que este texto es muestra de una narración creada por apenas un par de autores infantiles, es pertinente recordar que, tal como recuerda Freire (1970), nadie se educa solo, nos educamos en el entramado social, mediatizados por el mundo. Esto apenas constituye una ventana sobre las perspectivas de la infancia, lo valorado del ser en sociedad y lo que se premia dentro de ésta. La colectividad como trazo social forma apenas un atisbo dentro de la periferia mientras que los afectos y la ternura del cuidado aún yacen en un espacio borroso de la praxis. Un área, sin duda, de oportunidad para los nuevos espacios de hilvanado social y construcción de conocimiento.

Notas al pie:

1 El nombre surgió porque se le pensó como un espacio de experimentación en un doble sentido, desde la facilitadora del taller a las infancias participantes en éste.

2 El texto es presentado como una transcripción fidedigna de la forma en la que los autores la presentaron originalmente.

REFERENCIAS

Federici Silvia (2004). Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria, Historia9, Traficantes de Sueños

Freire Paulo (1970). Pedagogía del oprimido. Siglo Veintiuno Editores

Halliday M.A.K. (2002). Computing meanings: some reflections on past experience and present propspects. En Gouwen Huang & Zongyan Wangs (eds.), Discourse and Language Functions, London, & Nueva York Contiuum

Jiménez Van Der Biest, Theira (2006). La narración infantil. Un estudio en niños de Educación Básica. Revista de investigación (60), pp.157-174

Martin J.R., White P.R.R. (2005). The Language of Evaluation: Appraisal in English. Nueva York:Palgrave Macmillan

Martin J.R., Rose David (2003). Working with discourse, Nueva York, Continuum

Martin J.R., Rose David (2008). Genre relations: Mapping culture. Equinox

Oteíza Teresa & Achugar Mariana (2018). History Textbooks and the construction of dictatorship en E. Fuchs & A. Bock (Eds.), Handbook of Textbook Studies, pp.305-318. New York: Palgrave

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