Carlos Fernando Contreras Bautista, Alberto Ramírez Mata y Claudia Mancilla Simbro
Fotos: PxHere
Resumen
Hay que ver a la naturaleza como una fuente de maravillas y encuentros sorprendentes de los cuales entre ellos se encuentra una planta fascinante conocida como cola de caballo (Equisetum arvense). Esta especie, de apariencia única y propiedades sorprendentes, ha cautivado la atención de la humanidad a lo largo de la historia debido a sus diversas aplicaciones y su rica herencia en la fitoterapia.
Palabras clave: Cola de caballo, medicinal, planta.
Introducción
El empleo de la cola de caballo en Medicina proviene de tiempos antiguos, registrándose su uso en diversos contextos, como en el México prehispánico, se empleó para dolor de espalda ocasionado por el trabajo en la agricultura, alrededor del mundo se usa como agua de tiempo para infecciones de riñón. Fue recomendada en su momento por Pedanio Dioscórides Anazarbeo, autor de la mayor materia médica sobre hierbas y remedios (Elía, Ricardo H. 2009), cuya utilidad radicaba en su capacidad para detener hemorragias, favorecer la diuresis y cicatrizar las llagas de la vejiga y el intestino, todo esto, gracias a las múltiples propiedades (María Villar del Fresno A.M., Iglesias Peinado I. 2006).
Un caso de particular interés se encuentra en el registro de Arnaud de Villeneuve, médico francés de la Edad Media, quien llevó a cabo la curación de una fístula de pecho. Utilizó una mezcla de la ya mencionada cola de caballo junto a ciertas legumbres, huevos y carnes, logrando el éxito en su encomienda y contribuyendo a la curación de la patología mencionada.
Antecedentes
Descripción y composición química
La cola de caballo debe su nombre peculiar a la forma de sus tallos, que se asemejan a la cola de estos majestuosos animales. Originaria de regiones húmedas y templadas, esta planta ha sido testigo de épocas y ha crecido en diversos ecosistemas, adaptándose a su entorno. Se debe evitar el error de ver a la cola de caballo como una sola planta; más bien, se debe observar como una familia completa. Todos los equisetos tienen la característica común de presentar un tubo más o menos hueco, separado por nudillos, de los cuales surgen las hojas, dispuestas de una manera tal que simulan la forma de la cola de caballo.
En suelo mexicano, podemos apreciar cómo las especies más comunes son E. Arvense (cola de caballo común) y E. hyemale (cola de caballo de invierno). A diferencia de Inglaterra, que cuenta con alrededor de 10 especies, en México no se encuentra una diversidad en cuanto a especies de equisetos.
Con respecto a su composición química, presenta un alto contenido de sales de silicio, indispensable en la formación del tejido conectivo, uñas y huesos. Este generalmente, se encuentra localizado en la membrana externa de la epidermis de los tallos, al igual que en la epidermis de las hojas. La prueba de la cantidad de este mismo radica en registros que indican que, tras la incineración de equisetos, más del 70% del contenido en las cenizas es silicio, siendo el resto conformado principalmente por fósforo, calcio y potasio (de los cuales también tiene índices altos de silicio).
Es importante aclarar que el silicio, en la fisiología de los equisetos, desempeña el papel de sostén, protección y regulación. Así mismo, cabe añadir que su capacidad para absorber minerales del suelo la convierte en una aliada valiosa en la jardinería y en la recuperación de suelos empobrecidos, de acuerdo con el número de plantas van en decremento los recursos abióticos y bióticos, como, por ejemplo, áreas verdes como los jardines botánicos, etnobotánicos, parques, jardines sensoriales entre otros (Mancilla S.C, et al., 2024). Además, su presencia en entornos acuáticos contribuye a mantener la calidad del agua al absorber contaminantes y liberar oxígeno.
Aplicaciones médicas y beneficios para la salud de la cola de caballo
En la actualidad la cola de caballo ha sido ampliamente utilizada en medicina tradicional, ganándose un lugar en la cultura popular como suplemento natural y componente de productos de cuidado personal. Estas y otras propiedades se encuentran respaldadas por la variedad de estudios que se han llevado a cabo para descubrir las maravillosas propiedades de este espécimen, que juega un papel protagonista en el campo de la fitoquímica (disciplina científica encargada de investigación y extracción de compuestos de origen natural).
Las propiedades diuréticas, antiinflamatorias y hemostáticas son los tres pilares fundamentales de la cola de caballo. Por ejemplo, en un estudio realizado por Boeing et al., (2021), se analizaron diferentes géneros de Equisetum demostrando su potencial como antidiuréticos, entre los que destacó la cola de caballo (Equisetum Arvense), gracias a sus cualidades diuréticas, las cuales se atribuyen a los componentes de flavonoides y de saponinas presentes en la planta, en forma de infusiones (Radulović, N., et al 2006, Boeing, T., et al., 2021).
Otras presentaciones farmacéuticas de la cola de caballo incluyen cápsulas, extractos líquidos, comprimidos e infusiones, siendo estas últimas la forma más común de consumo (Calsin Huayta, Y. M. 2017). También se puede encontrar en formulaciones tópicas, como cremas y geles, cuyo objetivo es el cuidado de la piel y la cicatrización de heridas. Cada presentación varía en concentración y dosis, por lo que su uso debe estar respaldado por la recomendación de un profesional de la salud para garantizar su eficacia y seguridad Radulović, N., et al., 2006; Gallardo-Pérez, J.C., et al., 2006; Boeing, T., et al., 2021).
Volviendo nuevamente a sus aplicaciones, como se mencionó, presenta acción diurética; estas acciones son suaves, y debemos saber que no solo se detienen ahí, pues, además, en estudios farmacológicos se menciona su capacidad antibacteriana, tal es el ejemplo de la investigación realizada por Pallag et al., (2018), el cual concluye que los extractos de Equisetum Arvense exhiben actividad antimicrobiana en cocos (patógenos) Gramnegativos. Además, su alto contenido de silicio contribuye a la salud ósea, ya que este mineral es esencial para la formación y mantenimiento de huesos, cartílagos y otros tejidos estructurales. Por lo tanto, los usos más comunes para la cola de caballo incluyen el tratamiento de edemas postraumáticos y estáticos, la obesidad, afecciones inflamatorias y bacterianas del aparato urinario, cálculos renales, y fragilidad ósea (Lobato S. et al., 2024).
Cultivo y cuidados
Considerada como una planta acuática, la cola de caballo debe mantenerse cerca de entornos con suficiente cantidad de agua disponible, como estanques o arroyos. En caso de no contar con un espacio adecuado o estar en una maceta, se requiere un riego constante. En cuanto a la exposición a la luz, la cola de caballo es muy versátil y puede tolerar los rayos directos del sol durante varias horas. No obstante, lo ideal es plantarla en un lugar con sombra tenue, cerca de árboles altos o paredes, para conservarla fresca y humedad, así mismo debe promover que los microorganismos como A. brasilense (rizobacteria de crecimiento vegetal) entre otros, proporcionen un suelo fértil para el equiseto (Cuatlayotl-Olarte, R., et al., 2023).
Si la planta se encuentra en el exterior, se recomienda realizar la poda anualmente. En cambio, si está en una maceta, se debe llevar a cabo con mayor frecuencia. Para realizar la poda, es necesario realizar un entresaco, cortando las varas al azar a nivel del suelo, eliminando las varas viejas y ramificadas, dejando solo aproximadamente el 30%. No es necesario extraer la raíz para permitir que la planta vuelva a brotar (Plantas & Jardín 2018, Huerto en casa 2025).
Conclusión
Finalmente, la cola de caballo (Equisetum arvense) se presenta como una planta fascinante con una rica historia y propiedades medicinales significativas (el uso de esta planta debe ser con reserva, de acuerdo con que las especies Equisetum presentan un grado de toxicidad debido a que contienen tiaminasa, la cual rompe la proteína tiamina y lo cual, confiere capacidad de antihervíbora. Esta ha sido utilizada desde tiempos antiguos para múltiples propósitos (herbolaría, farmacéutica, ornato, entre otras). Sumado a la presencia de sales de silicio en su composición química, no solo la convierte en un agente vital para fortalecer tejidos conectivos, uñas y huesos, sino que también la posiciona como una herramienta eficaz en la absorción de minerales del suelo y la revitalización de suelos empobrecidos. Además, su contribución a entornos acuáticos, al absorber contaminantes y liberar oxígeno, subraya su papel en la preservación ambiental.