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por
Redacción Revista Physios
Cacao, un alimento nutritivo y estimulante: INAH Chiapas
7
de
July
de
2024
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Fotos: Cortesía INAH Chiapas

Cada 7 de julio se celebra el Día Mundial del Cacao, una iniciativa propuesta en 2010 por la Organización Internacional de Productores de Cacao (ICCO) y la Academia Francesa de los Maestros Chocolateros y Confiteros.

El chocolate que deriva del cacao es uno de los alimentos prehispánicos de mayor difusión universal, continúa siendo una bebida ritual, festiva, medicinal, energética y dietética, cuyo consumo debería generalizarse a escala nacional, afirmó el arqueólogo Gabriel Lalo Jacinto, investigador del Centro INAH Chiapas.

El arqueólogo mencionó que el chocolate desde las épocas prehispánicas y colonial hasta el periodo actual, sigue siendo utilizado, particularmente en comunidades indígenas y barrios urbanos periféricos, en bodas, bautizos, peticiones de manos de novias, oficios religiosos y recepciones familiares y civiles importantes.

"Una tacita de chocolate al mediodía o a cualquier hora no sólo alimenta y vigoriza, sino también quita el hambre y evita que uno abuse de la comida. Está probado que es un alimento nutritivo, un estimulante moderado que evita la acumulación de grasa en la sangre”, dijo el investigador.

Además, explicó que desde la colonia española, su estrecha asociación con el pan y los tamales. En Comitán y la región aledaña se consume con casi una veintena de panes, como la reñada (parienta de la concha), el marquesote, la biscotela, las cazuelejas, los moldes, los patudos, los peines, las trenzas, los panecitos de anís, las repulgadas, las costras, las roscas mestizas, las chujas, los moldes con ajonjolí y los panes de salvadillo con azúcar, sal o temperanto, así como con el pan compuesto, el cual se usa para una deliciosa torta untada con crema, frijol y picles.

La presencia  del cacao y el chocolate en el México prehispánico data del primer milenio, de los siglos VII al XIII -años 600 a 1200 dC-, mediante murales, alfarería, esculturas, estelas y códices de las culturas mexica y maya en Veracruz, Tabasco, Chiapas, Guatemala y Belice.

Lalo Jacinto comentó sobre los estudios de su colega Juan Yadeun, responsable de los trabajos arqueológicos de Toniná en Ocosingo, en los que se vincula al chocolate con los sacrificios en esta región maya, e hizo una referencia al libro Relaciones geográficas de Guatemala, del misionero Diego García Palacios, en el cual se describe el sacrificio ritual de un esclavo que iba adornado "con plumas, flores y sartas de cacao" antes de su inmolación.

El chocolate era usado por mayas y otras etnias indígenas mexicanas para curar jiotes, tercianas, disentería y otras dolencias del estómago; se preparaba con agua, se aromatizaba con hierbas y flores, como la vainilla y el achiote (orquídeas), y se bebía en jícaras y jarros o vasijas.

En el periodo colonial (siglos XVI al XIX) su consumo fue habitual en conventos y familias adineradas -además de los novohispanos pobres del campo y la ciudad; se servía en recepciones oficiales y privadas de importancia; continuó su uso dietético-medicinal y en actividades licenciosas como los juegos de azar, en cuyas timbas se regalaba en tabletas a los perdedores de baraja.

"En la región comiteca y en La Trinitaria se sigue cultivando el cacao y tomando chocolate. El comiteco es amargo y el trinietario -de El Cedro- es dulce. Se vende en el mercado y continúa formando parte importante de la dieta de mestizos pobres e indígenas", expresó Lalo Jacinto.

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